"Y como en respuesta se elevó en la lejanía otra nota. Cuernos, cuernos, cuernos. Los ecos resonaban débiles en los flancos sombríos del Mindolluin. Grandes cuernos del Norte, soplados con una fuerza salvaje. Al fin Rohan había llegado"
El retorno del Rey

jueves, 9 de julio de 2009

'El nombre del viento', una historia fantástica alejada de los tópicos del género


Los amantes de la literatura fantástica probablemente ya hayan oído hablar del joven autor Patrick Rothfuss (Madison, Wisconsin, 1973), un hombre que tuvo "la buena suerte" de nacer en una época que invitaba a la lectura, quizás porque no existían ni internet ni la televisión por cable y los inviernos los podía dedicar a sumergirse en la literatura. Lector de clásicos de todas las épocas y nacionalidades y amante de los maestros de la fantasía medieval como Tolkien o C.S. Lewis, Rothfuss vio cómo su primera novela, El nombre del viento, a la que había dedicado más de siete años de trabajo, era rechazada por numerosas editoriales. 'Escondido' en su Wisconsin natal, Rothfuss esperó la oportunidad que el destino le reservaba -algo parecido le ocurrió a la mismísima Rowling hace ya años- en forma de éxito mundial. La novela, primera entrega de una trilogía que se llamará Crónica del asesino de reyes, ha triunfado en Estados Unidos y en numerosos países de Europa. En España la ha publicado recientemente Plaza & Janés, y cuenta incluso con una página web (www.elnombredelviento.com). Esta es la historia de un libro que en poco tiempo podría convertirse en un clásico.



Músico, mendigo, ladrón, mago, asesino y héroe. Kvothe es todo eso y más: un hombre que ha tenido más nombres de los que nadie merece, un hombre que ha robado princesas a reyes agónicos, que incendió la ciudad de Trebon, que ha pasado la noche con Felurian y ha despertado vivo y cuerdo. El nombre del viento se adentra en la leyenda de Kvothe, un misterioso personaje convertido a temprana edad en leyenda y de quien el lector sólo conocerá su verdadera historia a través de su propia crónica, que contará en la primera parte de esta ambiciosa trilogía.
La novela, que durante años fue rechazada por varias editoriales, se publicó en el 2007 en Estados Unidos, y desde los comienzos empezó a tener un notable éxito, que propició su rápida difusión por países europeos como Francia, Italia o Alemania, donde ha tenido una excelente acogida. La crítica especializada ha calificado la obra como "el mejor debut de fantasía épica de los últimos años", algo que el escritor, que hasta hace unos meses no había salido de su país, vive con "cierta presión", pero también con la tranquilidad de saber que contar historias es una parte "muy importante" de su vida.
Una historia original, alejada de los estereotipos
Gran parte del éxito de El nombre del viento radica en su originalidad, ya que, aunque Rothfuss bebe de conocidos relatos de fantasía épica, el lector pronto se da cuenta de que no está ante la típica novela de literatura fantástica. Acción, humor, drama y amor se dan la mano en esta historia, narrada con una voz personal. Muchos de los lectores que recomiendan la novela afirman que el estilo les recuerda a nombres como Tolkien, George R.R. Martin o Ursula K. Le Guin, pero todos coinciden en destacar que nunca sintieron que les imitara.
"Trabajé duro para lograr que tanto el mundo como la historia fueran realistas, ya que siempre he creído que la buena fantasía necesita hacerse creíble y a la vez mantener los elementos del universo mágico", explica el autor. Otro de los grandes aciertos de Rothfuss es que ha evitado los clichés del género, tanto en la historia como en los personajes, y además, ha hecho el libro "como quería", desde la más absoluta libertad. Aunque esa libertad le haya alejado siete años de los lectores que hoy en día le agobian pidiendo una fecha oficial para la publicación de la segunda novela.
"Sí que siento la presión. Mi vida entera ha cambiado desde que el libro se publicó, y he tenido que adaptarme bastante. En cierta medida, la novela está rodeada de un ambiente de magia y emoción, el mismo que yo sentía cuando leía ciertos libros de pequeño; yo soñaba con que mis libros tuvieran esa misma magia", confiesa el escritor y profesor. Como lector, Rothfuss también se desmarca de los tópicos y deja bien claro que no entiende "de influencias literarias", pero que lee y siempre ha leído "muchísimo", y entre los autores que cinta se encuentran clásicos como Homero, Shakespeare y Cervantes. "La razón por la que sus historias han sobrevivido tantos siglos es porque siguen teniendo vigencia", explica sobre ellos.
Kvothe, un personaje complejo y lleno de vida
Después de años trabajando en este libro, Rothfuss se siente "muy unido" a Kvothe, el héroe de la historia, un joven complejo, inquieto y lleno de virtudes que desde muy pequeño se ve obligado a cuidar de sí mismo. "Con los años, Kvothe y yo nos hemos ido conociendo muy bien, y desde el principio tuve claro que todo el peso de la historia recaía en él; cuando empecé a narrar tomé unas decisiones concretas sobre cómo sería este personaje, pero después empezó a crecer, a evolucionar y pasó a ser un protagonista mucho más dinámico", desvela este hombre tranquilo que disfruta con el contacto con los lectores y que no deja de sorprenderse de lo diferentes que pueden llegar a ser unos de otros.
En un futuro, Rothfuss planea visitar España, quizás cuando se publique la segunda entrega de la trilogía, y tener un encuentro con todos ellos, tal y como ha hecho en Londres o Ámsterdam. Para entonces, puede que el escritor ya sea tan conocido aquí como en Alemania o Inglaterra. "Una persona me reconoció en la estación de tren de Manchester", cuenta, asombrado, al ser preguntado sobre si alguna vez soñó con tener este reconocimiento.
"Cuando tienes 14 años crees que ser escritor será algo parecido a ser una estrella del rock, que la gente te reconocerá en público, que te escribirán los fans...Luego creces y te das cuenta de que muchos autores no pueden publicar, y que los que lo consiguen tienen que mantenerse con un segundo trabajo; te das cuenta de que los autores no son famosos, o no de la manera que pensabas", explica. Sin embargo, "lo más divertido" es que desde que El nombre del viento se publicó en EEUU todas esas cosas que siempre imaginó le han pasado y le siguen pasando. Cada día llega una ingente cantidad de cartas de sus lectores, y como confiesa, la gente le reconoce por la calle.
Mientras trata de llevar lo mejor posible esa presión, Patrick Rothfuss desvela unos pequeños detalles sobre el segundo libro. Tan sólo unos apuntes, como si pensara en todos esos lectores españoles que ya han quedado atrapados por la historia y la leyenda de Kvothe. "La historia será un poco diferente; hay un gran salto entre la historia de un chico joven y la de un hombre joven. Kvothe crece en el segundo libro, así que, por decirlo así, es una historia más adulta, con más violencia y más sexo", sentencia.

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